PROGRAMA DE ACTIVIDADES

dilluns, 22 de desembre del 2014

AL VIVERO LLEGA SANTA CLAUS

fue el miércoles de la semana pasada, cristóbal nos había pasado una invitación para asistir a la recepción de navidad de la miniresidencia el vivero, cómo podíamos negarnos, ni excusarnos, ni pensar en faltar, algunos de los que estamos por aquí, por La Nostra Veu, hemos pasado muchas horas con aquella gente, y hoy en día, no sólo cristóbal, también boris, y un juan antonio recién incorporado después de su última y desesperada aventura terapéutica, y también kiko durante un breve tiempo, han estado con nosotros, y, no es un secreto, se os echa de menos

aquí queda, como una postal de navidad un villano villancico cantado a la acuarela por un puñado de entrañables voces


que paseis buenos días amigos

diumenge, 21 de desembre del 2014

UNA PSIQUIATRA QUE SE HA CURADO

... hay muchas y excelentes ideas en este texto de Ibone Olza, los que estamos en eso, por si en algún momento nos sentimos aislados, extrañados, raros, porque en eso pensamos que consiste nuestro trabajo, podemos revisarlo de vez en cuando

 

Me fui

Hace unos meses, a principios de este 2014, dejé mi trabajo como psiquiatra en la sanidad pública, después de más de 19 años trabajando en la misma. Fue una decisión difícil para mi, dolorosa, lo pasé mal. Poco tiempo después me pidieron que escribiera el editorial para un numéro de la revista Mujeres y Salud dedicado de forma monográfica a la Salud Mental. Escribí entonces este texto que ahora comparto aquí explicando las razones.

LOCA(S)

Me fui. Hace pocos meses dejé el hospital público donde trabajaba como psiquiatra desde hacía 9 años. Me impulsó sobre todo la intuición de que si seguía allí iba a enfermar. Salí por la puerta de atrás, casi a escondidas, en medio de una profunda crisis profesional. Me siento traumatizada por el mal-trato y la violencia que he percibido y que a veces he ejercido yo misma en las urgencias psiquiátricas. Atendiendo malamente a montañas de pacientes con un alto sufrimiento (casi siempre por rupturas afectivas) al que desde lo público ya casi sólo se responde con más y más pastillas y /o contenciones mecánicas, eufemismo del clásico “atar a la cama”. Llegué a encontrarme a una mujer paralítica atada a la cama en una guardia, la propia paciente se reía al contármelo: ¡adonde se iba a escapar ella sin su silla de ruedas!

Tuve una pesadilla. Había un preso condenado a muerte al que iban a ejecutar. Alguien, no sé quién, me venía a buscar. Me pedían que le diera un calmante al preso, para que pudiera afrontar su ejecución más tranquilamente. Yo respondía horrorizada: “¿Cómo podéis pedirme esto a mí, si yo estoy absolutamente en contra de la pena de muerte?” “- Le vamos a ejecutar igualmente”, me decían. “Lo que opines sobre la pena de muerte da igual, lo único que queremos saber es si quieres ayudar a este pobre hombre a estar más tranquilo en sus últimos momentos o no”. En algún momento yo accedía, le daba un ansiolítico, le ejecutaban. El resto del sueño yo lo pasaba atormentada, preguntándome a mí misma cómo era posible que me hubieran convencido, como había accedido a ser cómplice de una ejecución. Que angustia.
Era fácil ver que en esa pesadilla estaban magnificados hasta el extremo muchos de mis conflictos cotidianos en el hospital. ¿Soy cómplice de la violencia cuando intento aliviar el sufrimiento de los que la padecen? ¿Puedo trabajar dignamente en un sistema público cada vez más deteriorado donde muchos profesionales nos sentimos maltratados por los que nos dirigen? ¿Hasta cuándo resistir? ¿Cómo ocuparme de la salud mental de los demás cuando corre serio peligro la mía? Al fin y al cabo ¿qué entendemos por salud mental? ¿Y qué hay de la salud mental de las mujeres? ¿No es acaso señal de salud no adaptarse a un mundo enfermo, donde son tan frecuentes los abusos a las niñas y prima la presión para anular nuestros cuerpos y deseos? ¿Y el sufrimiento que me genera la destrucción de la naturaleza, donde se contempla?


Me remitieron a la consulta del psiquiatra. Este, un hombre afable y cariñoso, me pasó un artículo con un título muy ilustrativo: “Prevención del suicidio en médicos”. En el mismo se mencionaba que “la tasa de suicidio de las médicas es claramente superior a la de los médicos, siendo esta tendencia aún más pronunciada entre psiquiatras y anestesistas”. Qué casualidad.
Buscaba respuestas a mis preguntas cuando me preguntaron si podía escribir el editorial a este número de Mujeres y Salud. Vaya, precisamente a mí y ahora. ¡Qué suerte! Así he podido leer y pensar con detenimiento en estos textos de Sara Toledano, Cristina Martín, Marta Carmona o Paula Tomé entre otras. Usuarias o profesionales, ¿dónde radica la diferencia? ¿Cómo ayudarnos las unas a las otras? En sus aportaciones una percibe el camino a seguir en esta necesaria y profunda revolución que se avecina en la salud mental y que como bien sabemos de las revoluciones en ciernes: será feminista o no será.
Paula Tomé en su maravilloso texto “Pacto de cuidados” afirma: “Mi concepto de salud mental pasa por devolver un lugar digno a estas experiencias mentales. Por redefinirlas y comprenderlas, por hacerlas propias y gestionarlas con mis propios recursos. Por desmedicalizarlas y despatologizarlas.”
¿Cómo? Seguramente ya lo estamos haciendo, dentro pero también, cada vez más, fuera del sistema. Recogiendo las aportaciones de autoras como Clarissa Pinkola Estés, Christine Northrup o Jean Sinoda Bolen y otras más cercanas como la Psicoterapia de Equidad Feminista de Soledsd Muruaga y Pilar Pascual. Escuchándonos sin juzgar, aceptando que cada uno de nuestros síntomas mentales y de nuestras emociones aparentemente inadecuadas son en realidad señal de una intuición sabia que trae un mensaje importante. Sosteniéndonos en los numerosos grupos y cada vez más florecientes Círculos de Mujeres donde celebramos nuestra naturaleza cíclica y aceptamos nuestro poderío.
Volviendo a la naturaleza y tomando sus herramientas como terapia: cambiando las consultas por paseos por bosques, permitiéndonos los masajes, la biodanza, el canto carnático o lo que haga falta para desenredar el ovillo de nuestras mentes. Sanándonos como nos da la gana. Relacionándonos usuarias y profesionales como lo que realmente somos: mujeres, personas, iguales, cuidadosas y necesitadas de cuidados. Como los compañeros de Batán (un centro de atención a drogrodependientes de la Comunidad de Madrid ocupado tras su cierre y reconvertido en una comunidad gestionada por usuarios y profesionales: Garaldea)
Nosotras, todas, tendremos que buscar nuevas maneras de escuchar nuestros síntomas. Recojamos el guante que nos lanza Paula Tomé cuando nos dice: “Queridas amigas feministas: Si lo personal es político, se vuelve urgente la necesidad de ampliar estos pactos, generando redes de apoyo mutuo, intercambio de experiencias y estrategias, y trabajo colectivo sobre estos temas”.
Las amigas. Cuando le conté a una que yo ya no podía seguir atendiendo a la gente así, como hacíamos en la urgencia psiquiátrica habitualmente, sonriendo me exclamó: ¡Te has curado!


fuente: ibone olza

QUÉ PINTAS TÚ EN LA NOSTRA VEU?


aquí os dejamos un par de videos con el personal plástico y pinturero que organiza y facilita antònia oliver, y, en su ausencia nadalenca, con las artes de carmen de santiago... el taller se reanudará en enero para retomar papel y carboncillo que han quedado arrinconados pero no olvidados...


VISITA DE LA UCR SON GIBERT

 el 5 de diciembre nos visitaron los usuarios de la Unidad Comunitaria de Rehabilitación (UCR) de 'Son Gibert' y algunos de sus profesionales

las UCR, existen dos en palma (serralta y son gibert), una en inca y otra en manacor para toda mallorca, son el último recurso que el sistema sanitario ofrece a los afectados por algún problema de salud mental grave orientado a la 'rehabilitación' -de algún usuario he oido que prefería hablar de 'recuperación', por aquello de que 'rehabilitación`suele usarse para aquellos que han tenido conductas antisociales o han echado a perder por prácticas poco recomendables su estatus social- sutilidades aparte que no dejan de indicar una sensibilidad hacia la forma en que uno es mirado, cuando estas personas son dadas de alta se encuentran a menudo devueltas al ambiente del que proceden y que, con frecuencia, ya tuvo algo que ver con su malestar, contando como único apoyo con el muy limitado de las Unidades de Salud Mental (USM) del Sistema de Salud

pero suele suceder que este apoyo resulta insuficiente y el recién egresado debe buscar un recurso donde cumplir aquellos consejos que recibe en la línea de mantener unas relaciones sociales, realizar ejercicio físico u ocuparse, y suele encontrar que, o no hay recursos públicos, o los privados tienen un coste excesivo para las exiguos subsidios que puedan percibir

La Nostra Veu quiere ocupar ese espacio y quiere ofreceros un lugar donde ir donde siempre seréis bien acogidos cuando lo necesitéis, en este sentido LNV no sólo ofrece algunos talleres y grupos donde entretenerse y relacionarse con quienes tienen problemas similares, gente a quien apoyar y de quien recibir apoyo, sino un espacio desde donde planificar y recuperar la propia vida que de alguna manera súbitamente se detuvo y quedó interrumpida en áreas como el trabajo y la vivienda

felices de recibiros en nuestra sede, como os dijimos, tenéis las puertas abiertas para cuando lo necesitéis

a modo de despedida del 2014: grupo de actividad física y deportes


domingo, 21 de diciembre de 2014, ayer, a las diez y media, sólo estábamos santi y yo, ni jordi ni m-s, ni carlos b., ni boris, ni koen, ni cristóbal, ni juan antonio, ni hubo llamada de onofre, parece que la navidad nos dispersa: los primeros fríos y los primeros catarros, un sentimiento muy generalizado y paradójico de disfelicidad por usar una horterización de la palabra tristeza... o es que lo que se celebra es algo así como un 'triunfo', entiéndase triunfo con sentido de 'panegírico', de una familia que retoña y que por ende nos hace notar todo lo que está quebrado, perdido, separado, obvio, aburrido u odiado en relación con aquello que se desea y de lo que a un mismo tiempo se abomina... (cuánto tiempo se pierde en explicar la feroz no-felicidad)

... así que nos fuimos juntos a hacer un café, como seres racionales modificamos sobre la marcha el plan del día, y bajamos por la rambla donde no estaba cati aunque sí el puesto de flores, santi se quejaba de que dijeran del mozo de bronchales, el que estampó su viejo coche matrícula de guadalajara cargado con dos botellas de butano contra el escaparate de génova, que dijeran que estaba loco, pues bastaba con que dijeran que se le había ido la pinza, porque lo de la pinza nos iguala a todos mientras que los locos somos crónicos que soportamos esa extraña funcionalidad, cuando no disfunción, que en su faceta más critica llamamos locura y que luego nos señalará de por vida, como a mataperros (el que matara un perro), aunque cuidemos primorosamente en tomar los medicamentos, tener vida social, tener un tiempo de ejercicio físico y realizar las actividades de la vida diaria... todo ello prescrito para alcanzar una forma natural de vida, lo que, paradójicamente, se resiente en su naturalidad por ser prescrita... cree el psicólogo, cree el psiquiatra, cree el trabajador social, el terapeuta ocupacional, el educador social, el técnico de integración social, el monitor y el cuidador que nos cuida, en que habituarse a las tareas facilitará una futura vida razonablemente normal... y yo estoy en eso

... decía que fuimos camino del borne y que rechazamos entrar en el gran hotel posponiendo la visita a sorolla para otra... pero no pasamos de saludar a menhubab, inmerso como estaba en sus cavilaciones, a pesar del sabath, o con el sabath, pues según nos informara, se permite la actividad si con ello se obtiene la salvación del mundo... y tras un bello intercambio de salutaciones y buenos deseos, lo dejamos inmenso en su blancura, solitario en su banco del boulevar, revisando una pequeña, gruesa y gastada libreta cargada de notas...

... y fuimos a parar, como turistas ajenos, a los muelles del parc de la mar cruzado entonces por un silencioso grupo de coloridas canoas... me chocó la esquina, ahora diáfana, donde dos meses atrás hubo un escenario al que nos encaramáramos para reivindicar más, mucho más, porque lo que ofrecen es realmente 'poco' y lo que nos dan 'nada', aquella fiesta sumamente cuerda y familiar que organizamos por el día mundial de la salud mental
... y ya sentados en la terraza del bar (té, café y cigarrillos, me dejé invitar) supimos que allí es el personal de la cafetería quien alimenta a los patos mientras un poco más allá murieron de hambre varios cisnes esta temporada... no hay presupuesto para alimentar animales y multan a los que se atreven porque con ello, dicen, también alimentan las ratas

... santi se marcharía en bus-surf desde la plaza de las tortugas y yo preferí caminar, nos dió tiempo a pisar, inadvertidamente, a una mujer mayor y extranjera, fue a causa de una deriva corporal, un cuerpo que lentamente se desplazaba hacia atrás y hacia ella hasta establecer el doloroso contacto... lástima de imagen la nuestra (apretón de manos, sonrisa, hasta el miércoles, mantén a raya las ideas obsesivas, las paranoias, toma descanso, entretente, ponte a salvo... porque quiso preguntarme cómo le veía)

... ya solo subí por san miguel y saludé breve y agitando mi mano al joven psiquiatra que en una terraza de bar entretenía la mañana con amigos, y esto me dio en pensar a quién conozco por aquí y en que muchos tienen que ver con el negocio de la cordura... y si hablara con david o. y montáramos un programa de radio, como el de frazer en seatle, soy un psicólogo con el mandato de escuchar, del control me ponen con alguien que no sabe que lo es, otro psicólogo, eso se lleva puesto, solo que su mandato es el de decir, entonces basta con poner en contacto las mentes y conversar, luego el tiempo pasa por su cuenta y david o. nos avisa de que se acerca el momento de la despedida... el encuentro  siguiente me vino a dar la razón sobre la gente que conozco por aquí, porque cuando acomodaba mi amplio y articulado conjunto de huesos al sillín de mi bici apareció mariano que recién abordaba la decisión de volver a la lectura, cosa que comparto y añoro, blandiendo un libro de iniciación al yoga; mariano estuvo allí, en el rincón ahora diáfano del parc de la mar y compartimos escenario exigiendo lo que nos falta,... y luego esperó a que yo le llamara... pero yo esperaba lo mismo, que fueras tú quien me llamara,... acordamos solucionar con este encuentro nuestro desencuentro, ahora tiene mi teléfono y unas cuantas tardes libres a la semana para quién sabe


... más allá me entretuve con david m. el payaso,  bajo su chistera ocultaba una gran hoguera que ardía sin consumirse: algo que no había salido bien, un desencuentro, alimentaba la hoguera con agrias palabras y numerosas pérdidas ... de vuelta al pasado y a su generosa oferta te aseguro david que no te olvido, pero ya sabes, no es cosa mía, pero por si acaso, por si algún día decimos que sí, no te olvides de que al final saldríamos haciendo el payaso por ahí, que no nos quedaríamos como satisfechos de nosotros mismos, colgados de una risa, y yéndonos cada uno por su lado para comer a casa... entretanto una trabajadora del psiquiátrico se paró a nuestro lado y entendí que se me echaba de menos, al menos en ese breve instante del encuentro, agradecido le mostré mi futuro que se jalona de intentos de ayer de ir a la cárcel, y un futuro mañana que aguardaría en menorca... siempre esperas?, david m. insinúa que debo hacer algo, hazlo por ti, y eso me hizo ir del uno al otro david y la velada de radio donde se escucha el relato de alguien que vaga un poco más desorientado y perdido que lo que se cree, de desorientado y perdido, el que escucha, ... de vuelta al david del teatro, te llevo en mi pensamiento, déjame decirte hoy, porque ayer no caí en ello, que ayer estuve con marcela en el slam de los poetas y que seguro que a eduardo le encantaría conocerte

... oh, cristo!, es navidad y parece que todo el mundo ha salido a vender algo a la calle

dilluns, 8 de desembre del 2014

TORRADA EN EL PUIG DE STA MAGDALENA


fue el pasado noviembre, la última excursión del año, en el puig de santa magalena, a un paso de Inca, un encuentro informal, para comer, charlar, compartir un rato con gente de allí, con problemas y deseos muy similares a los nuestros, en un magnífico día otoñal

queda este pequeño video como recuerdo



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