El protagonismo de participar en el taller de movimiento supuso para mi el placer de sentir como mi cuerpo se iba transformando a la vez que gozaba del baile.
Es una sensación maravillosa darme cuenta de los distintos movimientos que surgían libremente y al mismo tiempo ver y palpar, paladear, acariciar mi cuerpo y mi alma, como un éxtasis de autoestima y de serenidad.
Todo un detalle que la psicóloga Beatriz nos guiara con su sapiencia y saber estar en el taller y también la participación del mismo de Vicente, también psicólogo y fruto de optimismo referente a nosotros.
Fue como un eclipse emocional, en el que se fueron nublando las sensaciones negativas y brillando las positivas. Es sentir más real y vívida nuestro desarrollo corporal, a la vez que interactuábamos con los amigos. Fue conectar con un tsunami emocional, al palpar y captar el cuerpo con el alma.
En la asociación La Nostra Veu desarrollamos los diferentes aspectos que modulan nuestro cuerpo y mente. Vernos visualizados en el soporte fotográfico nuestro cuerpo cazado con una red emocional.
Personalmente sentí un fluir de energía y tranquilidad, como un remanso de paz.
Personalmente sentí un fluir de energía y tranquilidad, como un remanso de paz.
Armando Ibáñez
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