V15IONES

estuvimos en la inauguración de las V15IONES

Por fin se están poniendo los cimientos de una nueva forma y manera de entender y vislumbrar nuestras discapacidades, nuestra inteligencia. Es de vital importancia que nosotros nos miremos en un espejo y al mismo tiempo que reconocemos los rasgos físicos, los que se ven, ver que tenemos unas cualidades interiores que harán que nos encontremos bien con nosotros mismos

y con los demás personas.

Es cierto que tenemos unas limitaciones y éstas hacen que a veces tengamos baja la autoestima. Es loable que asociaciones como el grupo Sifu y La Nostra Veu sean un refugio, un nido donde utilizar unas herramientas que fuera en la sociedad no las tenemos.

Somos en gran parte más vulnerables que otros individuos, es por eso que necesitamos estar

dentro de asociaciones de familiares y usuarios, en un marco de comprensión, empatía, cariño, ocupación, de lectura en la excelente biblioteca abierta a los usuarios, meternos dentro y bucear nuestros pensamientos y emociones, abiertos y confiados a los voluntarios que trabajan y se ocupan en experimentar, ayudar, hacer que estemos ocupados, con ilusión.

También necesitamos el apoyo y el abrigo de las instituciones de las Islas, somos un grupo de personas que estamos realizando una labor ingente, que abarca muchas materias, que se ocupa y cuida para cubrir las necesidades y cosas de vital interés. También hemos de ser capaces de mantener una cierta autonomía en nuestra vida diaria.

Hacemos desde aquí una llamada de atención a los componentes de esta Sociedad en la que vivimos. Vecino, barrendero, pastelero, obrero de la construcción, médico, dentista, conductor de bus, deportista de élite o sencillamente ciudadano de a pie. Queremos recibir un trato acorde con el especial interés que manifestamos al interactuar con otras personas, somos educados.

Precisamente este miércoles sobre las 19 h. en la Fundación Illes Balears, cerca de Son Pacs se inauguró una exposición sobre el espíritu de superación que muchas personas realizan diariamente. Sobrellevan cada uno o una su vivencia con su enfermedad, ya sean ciegos, discapacitados intelectuales, personas que padecen trastornos mentales, pero aunque parezca una paradoja también capaces de desarrollar la mente para absorber, disfrutar, entender, por ejemplo

la literatura.

Es destacable mencionar que a deportistas paralímpicos se les tiene en gran estima debido que consiguen metas impresionantes y eso hace que la sociedad sea más comprensiva con este colectivo, por tanto, cabe reseñar que el componente de personas que padecen un trastorno mental también se les debería reconocer los méritos que se han labrado en una vida llena de baches, incomprensión, etc. Para muestra los componentes y compañeros y amigos de la asociación Sa Nostra Veu, se amalgaman y respetan mutuamente, yo soy partícipe del trato humano y cordial, el esfuerzo, el interés que profesionales y voluntarios desarrollan en la Veu.

Hacemos una llamada de atención a las diferentes Cajas de Ahorro, Entidades y Empresas

a que entiendan y apoyen económicamente a los usuarios de salud mental.

Es una gozada percibir el interés, la implicación de las personas, cuando nos vestimos de disfraces para el carnaval somos iguales que otras personas de otros colectivos.

Suponen nuestras vivencias una carga emocional importante que nosotros padecemos en el transcurso del devaneo diario. Muchas veces nuestras familias no nos entienden y nos sentimos incomprendidos. También percibimos el estigma hacia nosotros, el colectivo de salud mental; mucha gente ignora y no entiende nuestra coyuntura, pero el argumento es contundente porque en mi caso escribo poemas, realizo dibujos, hago ciclismo, leo distintos libros y abarco las cualidades que atesoran los amigos y usuarios de salud mental.

Con todo y estas vivencias se supone que tenemos que superarnos día a día .

Desde este medio de comunicación que abarca a mucha gente deseo recalcar que no solo

somos usuarios de salud mental, somos personas humanas, procurando tener sentido del humor.

Así que con estas líneas concluyo destacando que somos unas personas de gran riqueza espiritual y sensibles.

(Armando Ibáñez)